domingo, 6 de diciembre de 2009

FIGURATIVO

FIGURATIVO: Algunos de los estilos artísticos englobados dentro del arte figurativo fueron el Renacimiento, el Barroco y el Realismo, donde se buscaba la capacidad de copiar la realidad. Entre las corrientes actuales de arte figurativo que buscan la exactitud, están el Fotorrealismo y el Hiperrealismo. Pero por ejemplo estilos como el Impresionismo o el Expresionismo también son figurativos, aunque menos preocupados por el mimetismo con la realidad; por ello creo que es importante tener claro dichos términos y las diferencias entre arte figurativo y no- figurativo. Azúa lo que pretende es presentarnos dichas diferencias para aclararnos dicho término. El Arte figurativo es un tipo de arte que, se refiere a la representación de imágenes reconocibles, algunas veces de manera fiel y otras distorsionadas. Dícese de toda pintura, escultura o representación compuesta para la vista, en la que aparecen figuras de hombres, mujeres, niños, animales, vegetales, minerales, paisajes, fenómenos meteorológicos a ellos asociados utensilios, objetos naturales y artificiales, en fin, los seres orgánicos e inorgánicos cuyos nombres aparecen en el diccionario. Es imposible representar lo que no se encuentra en un diccionario. Ése es el motivo de la invención de la pintura no figurativa (no confundir con pintura abstracta) la cual ocupa todo aquello que escapan a los términos que aparecen en los diccionarios. Lo no figurativo puede efectuar obras de arte de alta racionalidad pero que escapa a los criterios con los que el intelecto ha analizado hasta la fecha las representaciones visuales.

Uno de los problemas es que en el diccionario la definición que aparece siempre compara entre arte figurativo y arte abstracto ( Definición del diccionario: el Arte figurativo es un tipo de arte que, al contrario que el arte abstracto, se refiere a la representación de imágenes reconocibles, algunas veces de manera fiel y otras distorsionada) y creo que es un error, además de que esto tiende a confundir el arte realista con un arte que representa la realidad pero siempre con un grado de abstracción y además creo que el arte abstracto también se puede referir a imágenes reconocibles pero con un grado de abstracción que depende del autor. Este trabajo me ha servido para saber que es necesario crearnos nuestras propias definiciones a partir de las que ya hay pero no aceptarlas sin más sino reflexionarlas y sacar nuestras propias conclusiones.

Es un error la consecuencia que trae consigo la afirmación de que la pintura figurativa sea racional y la no figurativa irracional; hace que la gente común identifique la pintura no figurativa con los instintos, las pasiones y la animalidad del artista frente a la figurativa que la veían plenamente humana y superior, como si hablara a la inteligencia y la no-figurativa no. En la pintura no figurativa, el intelecto y el discurso de la razón se encuentra fuera de la representación: están en los discursos racionales adyacentes, como los manifiestos, los panfletos, los documentos históricos o cartas.
Toda obra de arte, si es verdadera, es un trabajo que se acomete con el cuerpo y con sus pasiones. La razón y el intelecto ponen el horizonte de la figura o el panfleto teórico, pero nada más. Sólo los artistas verdaderos son capaces de incluir el horizonte como oriente de su creación, de modo que el cuerpo encuentre un punto de fuga. Renunciar a la figura puede ser una decisión enjuiciada por el artista como producto de su voluntad. Otra cosa es que la mayoría de las producciones artísticas se hayan resignado a ello y la época tenga el orgullo de sus debilidades. Muchos artistas contemporáneos se complacen en exhibir una lamentable debilidad de carácter, arropada en proezas corporales que no son tales, sino imitaciones de escaso interés.

Por último Félix de Azúa nos pone el ejemplo de Nicolás Poussin en el que nos dice que es muy difícil hoy día trabajar y sufrir como él: es el más intelectual de los pintores franceses y éste se sirvió de esa manera de trabajar con emociones, pasiones y sus temibles pulsiones. En un trabajo que le había encargado Jaques Stella en el que tenía que representar el tema del “Camino del Calvario” Poussín le escribió dejando claro esa opinión de que el intelecto y las pasiones están íntimamente unidos:

“Carezco de la buena salud y el ánimo imprescindibles para llevar a buen puerto temas tan tristes. La última Crucifixión que pinté me dejó enfermo, sufrí lo indecible; pero pintar a Cristo cargando con la Cruz camino del Calvario, acabaría matándome. No podría ya soportar las ideas tenebrosas y severas con las que es necesario conmover el espíritu para obtener resultados elevado en asuntos de tanta gravedad y tan lúgubres. Dispénseme, se lo ruego” (Roma, 1646)

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