jueves, 21 de enero de 2010

GALERIA DE ARTE

GALERIA DE ARTE

Azúa comienza con una obviedad, las obras de arte se presentan en las galerías de arte, allí es donde se crea, es donde aparecen. Durante muchísimos años, las obras de arte se producían en los talleres y en los estudios, pero en la era moderna sólo podemos afirmar que una obra de arte es una obra de arte si se presenta en una galería. Para hacernos una idea de esto nos propone un ejemplo en la que un artista catalán prestó una de sus piezas que consistía en un montón de platos de loza blanca sobre un asiento de paja para una exposición de los alumnos de la Universidad de Barcelona. En dicha exposición el equipo de limpieza, al que nadie había advertido, llevo los platos a la cocina y tiró el asiento, en otra ocasión la paja se fue volando, en otra los platos se rompieron… y así sucesivamente iban los estudiantes reconstruyéndolo mediante indicaciones del autor de la obra. Finalmente el artista se presentó y rehizo su obra exactamente igual a la que inauguró la exposición. Esto hizo reflexionar a los alumnos y el sindicato que comenzaban a hacerse preguntas acerca de la naturaleza del arte y de la aparición de las obras de arte comparando dicha aparición con la luz, el tiempo y el espacio cuando se ponen de acuerdo y se aclaran.

Pero de todas las artes, las mas afectadas por la necesidad de un lugar propicio en donde puedan aparecer o producirse, son las artes pláticas. No resulta exagerado decir que de no existir las galerías de arte, no estaríamos en condiciones de saber qué es y qué no es, o en qué consiste el arte actual, una vez separado de la madre arquitectura. Podríamos añadir a los museos como espacios de aparición de obras de arte pero sólo aquellos que respetan una condición: la de ser museos con actividades de exposición, en los que se exhibe la producción de los artistas vivos o muertos recientemente. Si se limitan a exponer la Historia del Arte, son meros depósitos documentales.

Pero también hay que tener claro que no todo aquello que aparece como obra de arte en la galería de arte, permanece como obra de arte. Sabido es que la obra de arte no tiene más existencia que su relación con un sujeto en la experiencia estética, o como suceso en la cadena de acontecimientos que provoca; de manera que mucho de lo que en la galería de arte es obra de arte, deja de serlo en cuanto se clausura la exposición. Incluso mucha obra de arte que sale de la galería con destino a una relación permanente de contemplación, yace al cabo de pocos días en un muro de comedor, dónde sólo recibe la atención de los invitados, los cuales no la pueden contemplar como obra de arte y la reducen a mero objeto especulativo (se preguntan por el precio).

Azúa nos recomienda no dejarnos dominar. Los lugares de aparición de la obra de arte determinan por completo lo aparecido pero no pueden impedir que cada cual se invente o se encuentre con un espacio de aparición propio y al mismo tiempo universal. Sin encarnación histórica.

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