TEXTO:
En los años 60 descubrieron algo que había permanecido inadvertido en muchísimos cuentos, novelas, poemas y relatos: el texto. Resultaba que la literatura estaba compuesta por textos, es más, los textos podían sustituir a la literatura. De pronto todo fue texto y ya nadie escribió novelas ni poemas, sólo textos.
Para que nos quede más claro el término “texto” Azúa nos ofrece su definición tal cual la dijo uno de sus inventores, Julia Kristeva:
“Llamaremos texto a toda práctica de lenguaje mediante la cual se desplieguen en el feno-texto las operaciones del geno-texto, intentando el primero representar al segundo, e invitando al lector a reconstruir la significancia.”
De esta definición nos aclara los términos que nos pueden presentar duda:
Geno-texto: “Se trata de una fase (teóricamente reconstruida) del funcionamiento del lenguaje poético en la que interviene lo que llamaremos una significancia: la infinita generación sintáctica y/o semántica de lo que se presentará como feno-texto.
Significancia: “es la compatibilidad semántica y/o sintáctica de los elementos constitutivos (según Lyons)”, o bien “la instancia en el sueño de la estructura literante (según Lacan)”, o, más sencillamente, “el trabajo de diferenciación, estratificación y confrontación que se practica en la lengua”.
Termina este capítulo aconsejándonos que si alguien se nos presenta con un texto, seamos agudos, no nos dejemos engañar y sobre todo observar si se trata realmente de un texto. Nos dice que primero veamos si nos invita a reconstruir la significancia y si es una verdadera significancia. De ser así podemos estar seguros que estamos ante un texto verdadero.
sábado, 23 de enero de 2010
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